viernes, 3 de abril de 2009

Una vela en Roma

La Sra. González estaba caminando por la calle cuando se cruzó con el padre
Rodríguez. El padre le dijo:
- Muy buenos días! ¿No es usted la Sra. González a quien
casé hace dos años?
Ella contesto:
- Efectivamente padre soy yo.
- ¿
Y no han tenido niños aun?
- No padre, aun no.
El padre dijo:
- Bueno, yo estoy yendo para Roma la semana entrante así que
prenderé una vela para usted y su esposo.
- ¡Oh!, padre, muchas gracias.
Y ambos siguieron su camino.


Muchos años más tarde se encontraron nuevamente.
El sacerdote preguntó:
- Bueno Sra. González, ¿cómo se encuentra usted ahora?

- Muy bien padre.

- Por favor dígame, ¿han tenido niños ya?
- ¡
Oh!, sí padre, 3 pares de mellizos y 4 criaturas más. En total 10.
- ¡Bendito sea el señor! ¡Que maravilla!

- ¿Y dónde está su amante esposo?

Ella contestó:
- Camino a Roma a ver si puede apagar la puta vela.

Sexo con un paciente

Un médico se encontraba sentado en la silla de su consultorio, después de haber mantenido relaciones sexuales con su paciente.
Pensando en lo que había hecho, su conciencia le repetía:
- ¿Pero cómo hiciste eso? ¡Qué vergüenza, perdiste toda la ética profesional!


- Dios míoooooo..... que hago?


Al rato de estar culpándose de sus actos, observa que sobre su hombro derecho aparece un diablillo que le dice:


- Escúchame. . no seas idiota... ¡hay una cantidad exagerada de médicos que tienen sexo con sus pacientes! ¿qué te crees? ¿que eres el único? Hazme caso... es de lo más natural del mundo.... quedate tranquilo!!!

El médico convencido:
- tienes razón, si yo no hice nada malo.


Al terminar de decir eso, en su otro hombro aparece un angelito y le replica al oído:

- ¡¡¡Acuerdate que eres veterinario,
VE-TE-RI-NA- RIO, gilipollas!!!