jueves, 28 de enero de 2010

El Conde

Llega el Conde a su mansión.

El mayordomo, atentamente, le abre la puerta, agacha la cabeza y reverencialmente lo saluda diciendo:

- Adelante, hijo de la gran puta, ¿de dónde viene el señor Conde, con esa cara de gilipollas y maricón?

A lo que el Conde, sonriente, le contesta: De comprarme un audífono.