martes, 10 de febrero de 2009

Errores irreparables

Erase una vez, una viejecita que vivía muy sola, apenas con un gato por compañía. Un día, mientras acariciaba a su gato, se le apareció una hada.
Hada: Hola, yo soy tu hada madrina y como toda la vida fuiste buena, ahora voy a concederte 3 DESEOS.
Viejita: Bien, quisiera tener el cuerpo de una bella joven.

Hada: ¡No hay problema!

***Zasss***

Viejita: ¡Increíble, es cómo cuando tenía 25 años!

Hada: Es mi trabajo. ¿Cuál es tu próximo deseo?

Viejita: Mi cama… ¿puedes cambiarla? Quisiera tener una con dossel.

***Zasss***

Viejita: ¡Espectacular! ¡Es exactamente lo que soñaba!

Hada: ¿Cuál es tu tercer deseo? ¡Piensa bien porque es el último!

Viejita: Quisiera que transformases a mi gato en un bello príncipe.

***Pufff***

Mientras el "Príncipe Gato" y la viejita, ahora una bella joven, estaban en la cama:

Gato: Seguro que ahora estás arrepentida...

Viejita: ¿Arrepentida? ¿De qué?

Gato: ¡De haberme mandado castrar, HIJA DE PUTA!

No hay comentarios: