Jennifer y Luke recibían constantemente facturas de agua muy elevadas.
Sabían, sin lugar a duda, que éstas no reflejaban su consumo y que, a pesar de las medidas que tomaban para ahorrar agua, no bajaban sus facturas.
Aun sabiendo que no había ningún problema, un especialista les controló toda la instalación para detectar una posible fuga. Lo controló todo: contador de agua, tuberías, baños, lavadora, grifos, etc. Todo, absolutamente todo fue controlado y no se detectó ningún problema.
Un día Luke se puso enfermo y se quedó tranquilamente en casa. Oía permanentemente un ruido de agua procedente de la planta baja. Decidió entonces investigar el origen de este ruido y por fin descubrió la causa de su problema.
Lo que vio le dejó totalmente atónito e imaginándose que pocas personas lo iban a creer, cogió su videocámara y grabó el 'problema' para la posteridad.
Ahora sí que puedes ver el vídeo.. ¡mejor con el sonido!
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